La arquitectura y tradición valenciana, la gastronomía rica en productos frescos de la huerta, el suave clima mediterráneo, los costes contenidos y la propia amabilidad de la ciudad son solo algunos de los motivos que han convertido a València en el destino preferido para la celebración de bodas internacionales.
“En los últimos años hemos vivido un gran aumento del número de bodas internacionales, especialmente procedentes de Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y México”, asegura Ángela Cócera, directora de espacios de Gourmet Catering & Eventos, principal empresa del sector en València, que nos explica los cinco motivos por los que el público internacional elige València para celebrar su boda.
- Clima suave y poca incertidumbre
El clima mediterráneo, caracterizado por los veranos cálidos e inviernos suaves, es sin duda uno de los motivos para celebrar el gran evento en València, una ciudad que cuenta con una temperatura media anual de 20ºC, largos días de sol y baja probabilidad de lluvia, lo que la hace ideal para celebraciones al aire libre.
“En València no solemos tener cambios climáticos bruscos como sucede en otros lugares de Europa, en los que se pasa del sol radiante a la lluvia en cuestión de minutos, lo que da mucha tranquilidad a los novios y les permite optar por celebraciones al aire libre”, aseguran desde Gourmet Catering.
La ciudad cuenta con parajes singulares como el Parque Natural de la Albufera, la huerta valenciana o las playas de La Malvarrosa y El Saler, en los que disfrutar de un fin de semana acompañado por el mejor clima.
2. Fincas tradicionales y enclaves singulares
València cuenta con una larga riqueza arquitectónica, con gran variedad de fincas y palacetes cuya construcción se remonta a antes del siglo XVII, tradicionales barracas y edificios de arquitectura contemporánea, todos ellos disponibles y habilitados para las celebraciones nupciales.
Uno de los más demandados a nivel internacional es la espectacular Cartuja de Ara Christi, un antiguo monasterio rehabilitado con distintas estancias y espacios, tanto interiores como al aire libre, declarada Bien de Interés Cultural en 1996. Otra opción muy solicitada son las tradicionales masías valencianas, edificios destinados antiguamente a la explotación agrícola que han sido adaptados para albergar eventos, ofreciendo la posibilidad de estar rodeado del increíble entorno natural de la zona.
Además, Valencia es una ciudad accesible y cómoda, en la que se pueden recorrer distancias fácilmente y en poco tiempo, y que se encuentra a tan solo 10 minutos del aeropuerto, facilitando las llegadas y partidas de familiares.
3. Gastronomía mediterránea
La famosa dieta mediterránea ofrece ingredientes frescos y locales, cocina de Km0 adaptable a todos los paladares y menús equilibrados con deliciosas opciones vegetarianas que convierten la celebración de una boda en una auténtica experiencia gastronómica y experiencial mediterránea.
La famosa paella valenciana, los postres elaborados con la tradicional horchata o los cócteles de ‘agua de Valencia’ son algunas de las opciones que seducen a los paladares internacionales.
4. Hospitalidad y tradición
Los valencianos son conocidos por su carácter cálido y hospitalario, que nace de su apertura al mediterráneo, y que les lleva a involucrarse en todo el proceso de organización de las bodas estableciendo una gran proximidad con los novios. y una mayor flexibilidad a la hora de personalizar las opciones.
Al mismo tiempo, València como ciudad con un marcado carácter festivo, cuenta con un buen número de reconocidas wedding planners que en los últimos años han marcado tendencia en la celebración de bodas a nivel nacional e internacional.
Las manifestaciones festivas tradicionales como los fuegos artificiales suponen un atractivo añadido para el público internacional que apuesta por sorprender a los invitados con el disparo de una “mascletà” o un castillo de fuegos artificiales tras la ceremonia.
5. Costes contenidos
En comparación con otras ciudades españolas y con muchos países europeos, así como Estados Unidos, València es un destino competitivo a nivel de costes en transporte, alojamiento y restauración, lo que permite celebraciones de varios días a precios contenidos.
Como reza su himno, València es la tierra de las flores, la luz y el amor, y ahora también lo es de las bodas.
