Una noche de verano entre frutas, flores y promesas eternas: la boda de Inma y Dani en Huerto de San Vicente

Hay bodas que se sienten como un poema susurrado al oído. La de Inma y Dani, celebrada el 20 de junio de 2025, fue exactamente eso: una noche tibia de verano donde el amor, la estética y la gastronomía se entrelazaron en perfecta armonía en el incomparable entorno del Huerto de San Vicente, en Valencia.

Desde el primer instante, los novios soñaban con una celebración que se sintiera como una cena en el jardín de una casa familiar, íntima y acogedora. Una escena evocadora de una película veraniega, con la calidez de las guirnaldas de bombillas, el frescor del césped bajo los pies y la vibrante vida que aportaban las frutas, las flores y las velas encendidas. Y fue justamente esa visión la que dio forma a cada decisión estética y sensorial de la velada.

Un entorno que no necesita presentación

El Huerto de San Vicente, espacio exclusivo de Gourmet Catering & Eventos, no requiere de artificios para deslumbrar. Su jardín ya es, por sí mismo, un escenario natural lleno de magia. En la zona de cóctel, el césped se convertía en una alfombra esmeralda donde los invitados paseaban entre estaciones de sabores y brindis compartidos, envueltos por el aroma de la vegetación mediterránea.

Para la cena, los novios apostaron por una puesta en escena sencilla y elegante: mantelería blanca impoluta, cristal transparente para los bajoplatos y platos de pan, copas sin grabados y cubertería en plata. Una estética etérea que sirvió de lienzo perfecto para el estallido de color de los centros florales: composiciones veraniegas en tonos granate, naranja y fucsia, complementadas con fruta fresca proveniente de la frutería familiar de la novia. Un detalle auténtico y lleno de alma.

El menú: una oda al Mediterráneo con sabor a mar

En esta boda, la experiencia gastronómica —firmada por Gourmet Catering & Eventos— fue tan personal como sofisticada. Inma y Dani imaginaron una narrativa visual y gustativa inspirada en sus recuerdos, pasiones y viajes. Así nació una papelería exquisita, diseñada por Handmadebymajo, basada en un mantel ilustrado con diez símbolos que hablan de ellos: una caracola, una máscara de buceo, una tarta de queso, un libro, espigas y uvas… Todo conectado con el Mediterráneo, el mar, la buena mesa y los lugares que marcaron su historia.

Este universo simbólico sirvió también de inspiración para el menú: sabores frescos, marineros, con toques locales y presentaciones pulidas al milímetro. Cada plato fue una celebración de su historia común, pensada para evocar emociones y dejar huella en todos los sentidos.

Una estética entre Guitarricadelafuente y Call me by your name

La decoración consiguió ese equilibrio tan buscado entre lo bohemio y lo elegante. Frutas expuestas, guirnaldas de luz, velas titilantes y flores desbordantes creaban una atmósfera cálida y envolvente. En la mesa presidencial, un majestuoso candelabro de cristal otorgaba un aire teatral y romántico que no pasó desapercibido.

Todo estaba pensado para que cada rincón contara una historia. Los meseros, enmarcados con los dibujos del mantel, los menús con tipografía espontánea y números escritos a mano, y una iluminación íntima que envolvía las conversaciones y brindis como si el tiempo se hubiese detenido.

El estilismo de Inma: entre clasicismo y modernidad emocional

El vestido, una creación de Álex Vidal Atelier, era pura sofisticación mediterránea. El ramo, de El taller de Clo, fue un inesperado protagonista: una cascada de peonías blancas y rosas de jardín con amaranto naranja que capturaba la luz del atardecer. Un guiño nostálgico a su adolescencia (sí, Blair Waldorf aprobaría esa elección) y un acierto rotundo dentro de su estilismo completo, que se coronó con detalles como el abanico bordado de The Viana Fan y los zapatos de Úrsula Mascaró.

Dani, impecable en Black Cape, acompañó a Inma desde el altar del Colegio Ntra. Sra. del Pilar —donde se ofició la ceremonia— hasta el mágico jardín del Huerto, donde la vida juntos comenzaba bajo las estrellas.

Una historia tejida a fuego lento

Inma y Dani se conocieron en 2013, compartieron risas, amistad y, sin querer, fueron construyendo un amor sólido, viajero, mediterráneo. La pedida llegó en un viñedo frente a Montserrat, y desde ahí, planearon su boda como quien escribe un poema: con amor, símbolos y mucha intención.

Con la ayuda de Etre Studio en la planificación, y rodeados de profesionales como Plata.forma en fotografía, Nala Estudio en vídeo, y Gente de bien en audiovisuales, cada momento fue capturado con la sensibilidad que merece una historia que no termina, sino que apenas comienza.

Porque hay bodas bonitas y luego están las que se viven con los cinco sentidos. Y esta, sin duda, fue una de ellas.

Espacio: @huertodesanvicente
Catering: @gourmetcateringyeventos
Fotografía: @plata.forma

Vídeo: @nalaestudio_weddings
Papelería: @handmadebymajo
Vestido: @alexvidalatelier
Zapatos: @ursulamascaro
Ramo: @eltallerdeclo
Wedding Planner: @etrestudio
DJ / Iluminación: @somosgentedebien