La especialista en inspiración nupcial Paloma Hernández (@siiiiquiero) le dio el sí
quiero a Marcos con una ceremonia inspirada en el Mediterráneo y la huerta
valenciana.



Por fin, Paloma Hernández —alma y oficio tras la popular cuenta de inspiración nupcial @siiiiquiero— se convirtió en novia. Y lo hizo firmando un manifiesto de estilo que bebe de la luz, los sabores y la artesanía del Mare Nostrum. Su enlace con Marcos Vidal, celebrado en Huerto de San Vicente, se convirtió en la primera boda religiosa que acogía la coqueta iglesia enclavada en esta histórica finca de naranjos a las afueras de València, un enclave cuyos patios, salones acristalados y aroma cítrico son pura postal mediterránea.
Escenario con raíces de huerta
Huerto de San Vicente, espacio gestionado en exclusiva por Gourmet Catering & Eventos, desplegó sus jardines como una pradera perfumada de azahar. La ceremonia, vestida en tonalidades rosa y buganvilla, rindió tributo a la arquitectura valenciana de alquería y a la tradición de los horts citrícolas; un marco que explica por qué tantas parejas codician hoy los históricos huertos y masías de la costa levantina para darse el “sí, quiero”.
La novia: alta costura serena
Paloma confió su sueño nupcial a Edgar Molina Atelier, que creó un vestido que evoca una feminidad bucólica, con originales flores de organza de seda natural, rematando el look con una lazada a modo de velo que flotaba igual que una vela latina al atardecer. Completó el look con sandalias metalizadas firmadas por Lola Cruz, mientras la make-up artist y estilista capilar Mireia Costa apostó por un
recogido bajo y un maquillaje efecto sun-kissed. El ramo, diseñado por El Taller de Clo, era una propuesta minimalista compuesto enteramente por sanguisorba.


Deco: artesanía isleña y paleta mediterránea
En la gran mesa imperial, las mesas lucían mantelería de llengües mallorquinas —el icónico ikat balear cuyas llamas teñidas a mano evocan la brisa de Tramontana— . Una decoración en la que primaban los tonos azules con buganvillas y que teletransportó a los invitados hasta Formentera. Los novios buscaban la esencia mediterránea pero con un concepto divertido y juvenil que consiguieron con la combinación de colores, la elección de flores y el punto sofisticado de las velas color magenta. La cristalería, bajoplatos y candelabros de cristal tallado evocaban los reflejos del agua del mar y eran otro guiño más al mediterráneo.
Una cocina que sabe a mar
La propuesta gastronómica, firmada por Gourmet Catering & Eventos, viajó a las Baleares sin salir de la huerta: como starter se sirvió un huevo poché con carabineros y patatas al estilo balear, reinvención de la mítica langosta con huevo y patatas de Formentera, plato convertido ya en fetiche estival de las Pitiusas. Hubo también solomillo de ternera a la sal, sorbete de naranja y fresón y de postre mousse de coco con piña al cardamomo.
La fiesta: sonido, luz y fantasía
La pista ardió bajo la batuta musical —y lumínica— de la crew valenciana Somos Gente de Bien, especialistas en convertir un banquete en summer festival. Eventland Agency llevó la experiencia inmersiva más allá con su particular Bad Bunny y bolas de discoteca vivientes que animaron a los invitados durante el convite para llegar a la fiesta metidos de lleno en la atmósfera festivalera. Cada chispa quedó grabada por Laguna Santa, firma de vídeo que filma bodas con textura de film de autor.

Invitados insiders
Entre los asistentes brillaron referentes del sector nupcial: la wedding planner Lorena Oliver —recientemente reconocida por Forbes como una de las mujeres más influyentes del negocio bridal— junto a su socia, Ángela Soldevila. También Ángela Cócera, directora de espacios de Gourmet Catering & Eventos, secundaron a la novia-planner en un alarde de complicidad profesional.
Un manifiesto mediterráneo
Desde las llengües mallorquinas hasta el frito reinventado de langosta, pasando por la calidez del esparto y el sonido de una rumba que se mezclaba con indie valenciano, la boda de Paloma Hernández sintetiza la gran tendencia del momento: regresar a las raíces mediterráneas con ojo contemporáneo. Una oda a la
autenticidad, a la luz cálida que invita a vivir al aire libre y a la artesanía que narra historias —justo como esta novia, que convirtió sus propias stories de Instagram en la crónica viva de un sueño hecho realidad.



Espacio: Huerto de San Vicente by Gourmet Catering & Eventos @huertodesanvicente
Catering: @gourmetcateringyeventos
Fotografía: KIWO @kiwo_estudio
Novia: @palomahernandezphf / @siiiiquiero
Novio: @marcos2vidal
Vestido: @edgarmolina.atelier
Zapatos: @lolacruzshoes
Ramo: @eltallerdeclo
Peluquería: @mireiacostamua
Maquillaje: @mireiacostamua
Wedding Planner: @siiiiquiero
Lugar: @huertodesanvicente
DJ/Música: @somosgentedebien
Vídeo: @lagunasanta
Iluminación: @somosgentedebien
Otros: @eventland_agency