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Atrás quedaron los bufés de marisco o los canapés de foie con reducciones rimbombantes. Ahora lo que se lleva en las bodas, especialmente en la parte del cóctel de bienvenida, son los aperitivos tradicionales y con personalidad castiza.
El mundo nupcial ha cambiado mucho en los últimos años. Tanto en cuestiones decorativas como de vestuario, está en constante cambio y prácticamente cada año nos enfrentamos a nuevas tendencias en las bodas. Lo que estaba de moda el año pasado, puede estar completamente obsoleto en la actualidad así que si buscas sorprender, es primordial estar a la última. No hay que perderse ni un solo detalle, ya seas novia o invitada.
En el universo culinario, estos cambios también se producen, aunque, por fortuna, puede que lleven un ritmo algo más pausado que el de la moda. La última gran tendencia que se está dejando ver en los últimos años tiene que ver especialmente con el estilo de comida que se sirve. No importa si buscas un cóctel largo y una comida breve o si por el contrario prefieres disfrutar de un copioso festín sentados en la mesa. La cuestión que importa es la temática de los platos: para seguir las tendencias gastronómicas en bodas este 2025 hay que rendirse a la cocina tradicional y castiza. Triunfan los platos del recetario español, esos que nos han acompañado en nuestras casas desde siempre.
Hemos vivido épocas en las que sorprender con un enorme bufé de carísimos mariscos era lo más, también hemos asistido a bodas en las que los platos refinados de la culinaria francesa eran imprescindibles y hemos sido testigos de matrimonios que han comenzado su aventura con recetas de cocina exótica; pero ahora mismo los novios que quieren dejar un buen sabor de boca a sus invitados saben que tienen que apostar por la cocina española de muy buena calidad. Yo misma, hace dos años, serví un festival de arroces en paella en una boda de estilo campero. También Alejandra Ansón se decantó por la vena castiza cuando se casó apostando por un delicioso cocido madrileño. Hay una clara vuelta a los menús tradicionales como el que orquestó Karlos Arguiñano en su boda.
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