¿Boda clásica o boda moderna? Dos bodas muy diferentes de dos amigas muy cercanas

¿Boda clásica o boda moderna? Si hay algo que le pueda hacer más ilusión a una novia que casarse, es compartir la experiencia con su mejor amiga. Gema Pérez Pérez y Ana Pérez Parras se conocen de toda la vida, el colegio las unió y desde entonces no se han separado nunca. Tienen una de esas amistades auténticas donde una es el día y otra la noche, y en el espacio entre los dos saben encontrarse. 

Gema es arquitecta, aventurera, con un estilo muy atrevido y dispuesta siempre a salir de su zona de confort. Ana es la última en irse a casa, con un carácter muy extrovertido, trabaja en una agencia de marketing y tiene un estilo más chic y clásico. Mientras Ana pide un vino, Gema siempre preferirá un vermut. Mientras Gema organiza las visitas culturales en los viajes de amigas, Ana se preocupa de que no falte la fiesta. 

Lo que ambas compartían era la ilusión de casarse y las dos encontraron a su media naranja, así que se embarcaron juntas en la aventura que supone hoy en día celebrar una boda y confiaron en Gourmet Catering & Eventos para crear dos bodas totalmente diferentes, pero igual de únicas y especiales. 

La boda de Ana y Álex en Cartuja de Ara Christi 
El espacio era algo innegociable. La Cartuja de Ara Christi, en El Puig de Santa María, es una de las masías más espectaculares de Valencia, de las más deseadas por las parejas que buscan un enlace sofisticado y señorial. Ana y Alex tenían claro que sería aquí donde celebrarían su día, después de haber pasado por el altar del Monasterio del Puig. 

El vestido de Ana lo diseñó Isabel Nuñez (Inuñez), con un corte elegante y romántico. Para la ceremonia manga larga, con un detalle especial en la zona del pecho y una larga y clásica cola blanca. Para el baile, un cuerpo sin mangas, manteniendo la sencilla falda con una pequeña apertura en la parte de detrás. Alex eligió un chaqué de Lander Urquijo con tejido de Loro Piana en azul marino, que pudo personalizar al detalle.

boda clásica o boda moderna

En cuanto a las joyas, eligió unos pendientes sencillos de época, de 1930 con diamantes naturales talla brillante del Páramo Vintage Joyas, junto con un anillo de su abuela, el anillo de pedida que Álex le regaló y el de compromiso. Y como no podía faltar en una novia clásica, un lazo azul en la liga y una cinta en el ramo grabada con su fecha y un “para siempre”. 

En el convite destacó especialmente la bodega. Iniciaron el cóctel con un buffet tipo toscana y las conocidas y exclusivas referencias de aperitivo de Gourmet. Más tarde, pasaron al claustro cubierto de la Cartuja de Ara Christi, donde los novios se decantaron por mesas redondas incluyendo la clásica mesa presidencial, todas decoradas con un estilo elegante y sobrio y un toque romántico. El primer plato fue crema de la huerta al hinojo con láminas de bacalao, seguido de la especialidad de Gourmet Catering & Eventos, solomillo a la sal, y para el postre ofrecieron un plato al 50% de coulant y torrija. 

La pareja recuerda con especial emoción muchos momentos como el “sí quiero”: la llegada al banquete o la apertura de puertas para la fiesta en la sala de los espejos. “La entrada a la discoteca en Cartuja siempre es especial”, asegura Ana. 

En toda boda tradicional no puede faltar la apertura del baile. Los novios inauguraron la pista bailando ‘Todo’ de Pereza, añadieron un toque valenciano con una orquesta de música tradicional y una mascletà y contaron con la presencia de la Horaloca, que puso la guinda a un enlace inolvidable. 

La boda de Gema y José Miguel 
Decidieron celebrar su día en Huerto de San Vicente, una masía de GourmetCatering & Eventos, perfecta para celebrar una boda moderna y campestre. La pareja se dio el “sí quiero” en la antigua casa soleriega, en la zona de la pinada, y después se desplazaron a la zona del aperitivo para seguir celebrando el amor.

El diseñador Edgar Molina fue el encargado de crear el vestido (con lazo azul en el interior) que acompañaría al sombrero que Gema tenía tantas ganas de lucir en su día. Un diseño de líneas limpias y fluidas, que dejaba todo el protagonismo al complemento de Eliurpi. Escogió un par de zapatos la diseñadora Amina Muaddi en color negro, un toque atrevido y especial que la convirtió en una novia moderna. José Miguel lució un chaqué estilo clásico, en tono azul noche, confeccionado por Adrián Seligra, de la firma de tejidos Scabal. 

Para las joyas que luciría en la celebración, Gema confió en Carlos Moret de Moret Joyería, que diseñó a medida unos pendientes en oro blanco y brillantes. Las alianzas también las firmaba Moret, la de Gema en oro blanco y en oro amarillo la de José Miguel, quien también llevaba unos gemelos de Montblanc que le regalaron sus testigos.

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El aperitivo tuvo lugar frente a la casa de Huerto San Vicente, siendo la gastronomía en lo único en lo que las dos bodas coincidieron, pues ambas apostaron por los platos estrella de Gourmet. Un buffet tipo toscana y las 16 referencias exclusivas de Gourmet.  Una vez en el salón  los invitados pudieron disfrutar de un primero de bisque de gambas, seguido del famoso solomillo a la sal, y por último dos postres infalibles: coulant y torrija. 
 
La pareja contó con la ayuda de la ecléctica wedding planner, Lorena Calabuig, de Eventos Clandestine, quien decidió llevar a cabo una disposición imperial formada por tres mesas rectas y una central con forma de espiral. También contaron con un servicio premium de coctelería, lo que aportó mucha sofisticación a su fiesta. 

Gema y José Miguel no abrieron el baile, pero la pista decorada con muchas velas, estuvo llena de diversión hasta las tantas, y canciones como ‘Happy’ de Pharrell Williams, fueron la banda sonora perfecta de este enlace, donde “el momento más especial fue ver a toda la gente que queremos disfrutándolo tanto y acompañándonos durante el gran día”, recuerda Gema. 

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